Regiones

Andalucía

La sublevación liderado por el general Gonzalo Queipo de Llano contra el gobierno legítimo empezó en Sevilla. Los golpistas planificaron e implementaron un genocidio contra todos los simpatizantes de la República.
Lo extendieron a las demás provincias andaluzas de Cádiz, Huelva, Córdoba y Málaga. Permanecieron fieles a la República las provincias de Jaén, Almería y Granada (exceptuando la capital).
Las cifras que conocemos demuestran claramente el alcance del exterminio: 6.000 fusilados solo en Sevilla capital, y en la provincia 12.507 personas.
En Cádiz, 3.071; en Huelva, 6.019; en Córdoba 9.579; y en Málaga,7.471 personas.

Asturias

Asturias fue blanco de la represión después de la huelga general de 1934. Fueron asesinados miles de maestros, políticos, intelectuales, mineros y sus familiares. Por eso, la resistencia en Asturias al golpe del 18 de julio fue considerable, pero la traición de los jefes militares y los bombardeos aereos y desde el mar minaron la moral de las fuerzas leales al gobierno legítimo.  

Cantabria

Santander sufrió un ataque masivo de la aviación Nazi, bombardeo naval y de 60,000 soldados muy bien equipados por Mussolini. Cayó en manos de los golpistas a finales de agosto de 1937.
La represión fue brutal y decenas de miles de personas fueron encarceladas, torturadas y fusiladas por los rebeldes.

Castilla la Mancha

En Toledo, Moscardó lidera el golpe, pero la resistencia del Comandante Vicente Rojo, obligó a los militares golpistas a refugiarse en el Alcázar. Y se inicia el asedio.
En Guadalajara la sublevación triunfa con el comandante Rafael Ortiz de Zárate que ocupa el Ayuntamiento, el Gobierno Civil y la Casa del Pueblo.
En Cuenca fue dominada por las fuerzas locales republicanas y permanecen leales, especialmente por la acción de Cipriano Mera
En Ciudad Real fue gracias a la actuación del coronel Mariano Salafranca que se mantuvo leal a la República y pudo controlar la situación.
Los enfrentamientos más importantes: Batalla de Sigüenza (1936), Bombardeo de Albacete (1937), Batalla de Guadalajara (1937) y Línea XYZ (1938).
Represión golpista: 8.739 personas asesinadas.

Castilla y León

Castilla la Vieja y León
En realidad, dos regiones, Castilla la Vieja y León.
El triunfo de los rebeldes se inicia con la llegada del General Francisco García-Escamez e Iniesta, mandado por Mola desde Navarra y Logroño.
Castilla y León es el territorio más conservador y dominado completamente por los militares golpistas. También es visto como el territorio más extenso
En la región de Castilla la Vieja,
Hubo 12.695 víctimas de la represión golpista en toda la región.

Cataluña

El pueblo de Barcelona se resistió al intento del general Álvaro Fernández Burriel y el capitán Luis López Varela de apoyar el golpe de estado. Además, los golpistas se encontraron con los milicianos anarquistas de la CNT, dirigidos por Juan García Oliver y Francisco Ascaso Abadía.
El General Manuel Goded Llopis fue mandado desde las Islas Baleares, para hacerse cargo de la situación, sin éxito. Ante el fracaso del intento de golpe en Barcelona, varios sublevados, incluído el hermano de General Mola, se suicidaron.
El éxito de Barcelona tuvo una gran repercusión y, a corto plazo, evitó más intentos de golpe.

Extremadura

En la conservadora provincia de Cáceres, el ejército golpista se hizo con el poder.
Se resistió Badajoz que tenía una tradición de lucha campesina contra el sistema de explotación que operaban los grandes terratenientes durante la República.
Queipo de Llano encargó a Yagüe que usara su “columna de la muerte” para aniquilar la resistencia al golpe.
Yagüe tomó la ciudad y se desató una de las peores matanzas de la guerra civil contra la población civil; de una población de 41.122 habitantes fueron ejecutados 4.000, un 10% de la población.
La represión continuó tras la toma de Badajoz en las dos provincias extremeñas.

Galicia

El Frente Popular había sido respaldado en las cuatro provincias gallegas. Solamente en Ourense y Lugo obtuvo resultados la derecha. El 28 de junio, la mayoría apoyó con su voto el Estatuto de Autonomía de Galicia.
El golpe fue brutal, los cuarteles fueron espacios de combate y las personas eran perseguidas por las calles; todo lo que olía a República era machacado. Mola exigía “eliminar a los representantes republicanos estén donde estén”.
Así todo tipo de representantes, militares, maestros, médicos o abogados fueron eliminados.
Así que en Galicia hubo cerca de 5.000 víctimas mortales de la represión.

Islas Baleares

El General Goded, con la ayuda de los fascistas italianas, intentó dar el golpe en la isla de Mallorca. Se vivió el horror, porque los que se saltaron la legalidad constituida, fueron a por los republicanos.
Hubo detenidos en el castillo de Bellver, cuartel de Illetes, y Can Mir (hoy Cine Augusta)… Y organizaron las “sacas”. Georges Bernanos, el escritor, dijo: “aquí fusilan como si talaran”.
Fueron asesinadas 372 victimas entre los republicanos.
Menorca, fue fiel a la República y se convirtió en un enclave republicano en medio del territorio controlado por los golpistas; hasta 1939 en que fue finalmente abatida. 

Islas Canarias

Las Islas Canarias se convirtieron en el eje del golpe.
A principios de julio del 1936, Franco viajó a Las Palmas desde Tenerife supuestamente para asistir al entierro del General Balmes, uno de sus rivales, que casualmente murió por un disparo de su propia pistola!
En Las Palmas se declara la huelga general, pero las milicias obreras son detenidas cuando pretendían tomar el Gobierno Civil. En respuesta Franco redactó el “Manifiesto de Las Palmas” que justificaba el golpe militar contra el gobierno republicano legalmente elegido en las elecciones del Frente Popular, diciendo que no es un golpe sino el “alzamiento militar” para luego denominarse “alzamiento nacional” y “cruzada”.
A mediodía del 17 de julio todo el archipiélago canario estaba bajo el control de los sublevados y se inició en toda España la Guerra Civil que duraría tres años.

Madrid

El golpe de estado en Madrid, 1936, tuvo su epicentro en el Cuartel de la Montaña, en Príncipe Pío, pero no triunfó, ni en Madrid, ni, por lo tanto, en todo el centro de España.
La toma de este cuartel, fue el resultado de la lucha de las milicias obreras apoyadas por las fuerzas militares y de orden público fieles a la República.
No fue fácil, porque en Madrid se encontraba la principal concentración de fuerzas militares:
los aeródromos de Getafe y Cuatro Vientos
la 1ª División Orgánica del Ejército que contaba en Madrid con once regimientos, (un regimiento = entre 1.000 y 3.000 soldados, los Regimientos de Caballería entre 600 y 900 soldados);
4 batallones independientes (entre 300 y 1.500 cada uno) y
2 grupos de artillería especializados (entre 70 y 250 soldados especialistas de élite).
El asalto al cuartel de la Montaña se produjo el día 20 de julio y, hasta ser tomado el cuartel, hubo un total de 200 muertos.

Murcia

En esta región, los golpistas fracasaron.
El teniente de navío Antonio Ruiz Gómez, republicano, tomó  Cartagena. Será la única de las tres bases marinas navales fiel a la República.
En Murcia, ciudad, la actuación popular tomo la iniciativa.
En Albacete, como provincia murciana, hubo enfrentamiento, pero la salida de fuerzas leales de Murcia y Alicante, tras controlar las poblaciones de Hellín y Almansa, llegan a Albacete el 25 de julio y consiguen que  sea fiel a la República.

País Vasco

Álava y Navarra, apoyaron a los golpistas, pero en Vizcaya y Guipúzcoa permanecieron leales a la República. En Vizcaya las milicias republicanas sofocaron el intento golpista.
En la primavera de 1937, Mola, a cargo de 28.000 hombres y con apoyo de 140 aviones de la Legión Cóndor alemana y de la artillería italiana, preparó un ensayo para los fascistas y Nazis de la 2ª Guerra Mundial.

El 24 de agosto de 1937 el País Vasco quedó en manos de los golpistas, con la consiguiente represión genocida.

Valencia

Valencia se mantuvo fiel a la República y tuvo una gran importancia durante la guerra civil, como laúltima sede del gobierno republicano.
Una importante movilización obrera, acompañada por la Guardia de Asalto, y militares fieles a la República lo impidió.
En la provincia de Castellón, había pocos oficiales comprometidos con el golpe y no recibieron ninguna noticia de actuación desde Valencia.
En Alicante, el gobernador militar,  permaneció fiel a la República. En Alcoy, las milicias obreras se hicieron con el control. En Alicante ciudad, hubo movimiento en el barrio de Benalúa, y el Cuartel del Regimiento de Infantería fue reducido por las fuerzas populares que detuvieron a los oficiales sublevados.